Tipos de anomalías eléctricas
En general, las anomalías eléctricas se clasifican en nueve tipos:
- Fallo de tensión: sucede cuando el suministro eléctrico se interrumpe por completo. Causa la pérdida de información almacenada en memoria volátil y a veces daños permanentes en memorias no volátiles.
- Bajada de tensión: sucede cuando la tensión baja durante un período breve de tiempo, incluso de unos pocos milisegundos. Puede causar averías en equipos sensibles como un ordenador.
- Subida de tensión: sucede cuando la tensión sube por encima de un 110% de lo normal durante un período breve de tiempo. Dependiendo de su intensidad puede pasar de causar averías en equipos sensibles como ordenadores a dañar incluso equipos robustos como electrodomésticos.
- Tensión baja: sucede cuando la tensión es baja durante largos períodos de tiempo, que pueden ir desde unos minutos a varios días. Habitualmente causa que ciertos equipos no funcionen correctamente. Por ejemplo, la mayoría de microondas no calientan apenas cuando se alimentan con una tensión baja.
- Tensión alta: sucede cuando la tensión es alta durante largos períodos de tiempo. Este tipo de anomalía puede dañar equipos sensibles aunque se produzca por un tiempo breve y tenderá a dañar por fatiga incluso los equipos más robustos si se prolonga en el tiempo.
- Ruido eléctrico: distorsiona la señal con ruido de alta frecuencia generado por interferencias eléctricas o electromagnéticas. Puede afectar el funcionamiento de equipos sensibles.
- Variaciones de frecuencia: cuando alteran la frecuencia de la onda, que en Europa es de 50Hz. Pueden causar problemas intermitentes, pérdida de datos, ordenadores que no responden o incluso daños en equipos sensibles.
- Conmutaciones transitorias: pequeñas bajadas de tensión causadas por transitorios que habitualmente se producen en el orden de los nanosegundos. Pueden afectar a equipos muy sensibles.
- Distorsiones armónicas: que cambian la forma de onda habitual que debe ser una sinusoide. Suelen estar causadas por cargas no lineales, como las que generan los variadores de control de motores (por ejemplo de un ascensor) o las impresoras y copiadoras láser.
¿Son frecuentes las anomalías eléctricas?
Lamentablemente más de lo que pensamos. Las de tipo 1 solemos tenerlas identificadas: "se ha ido la luz". Las de tipo 2 y 3 suelen pasar más desapercibidas y la causa más habitual somos nosotros mismos u otros consumidores de electricidad próximos al conectar o desconectar equipos de alta capacidad: "cuando arranca el aire acondicionado baja la intensidad de las luces".
Las de tipo 4 y 5 suelen ser más recalcitrantes. Las vemos habitualmente en zonas rurales cuando un consumidor está al principio o al final de una línea. Si estamos próximos a una subestación eléctrica, tenderemos a tener una tensión superior a la normal; si estamos alejados, una tensión inferior a la normal.
Las de tipo 6, 7 y 8 son difíciles de detectar sin instrumentos de medida especializados. No suelen ser preocupantes salvo que tengamos equipos muy sensibles, instrumental médico o de laboratorio, servidores de misión crítica, etc.
Las de tipo 9 no son tan raras de ver, aunque igualmente son difíciles de detectar. La causa más habitual es el empleo de un SAI económico que tiene una onda de salida de mala calidad. Los equipos que más sufren suelen ser los que tienen algún tipo de motor de corriente alterna y los ordenadores con fuentes avanzadas de tipo PFC activo. En este último caso los afectados suelen ser los compradores de buenas fuentes para modding y los propietarios de ordenadores Mac (sí, para bien o para mal los Macintosh llevan este tipo de fuentes).
¿Cómo puedo protegerme?
Los propietarios de ordenadores y servidores suelen recurrir a un SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida), en inglés UPS (Uninterrupted Power Supply). Los más básicos, llamados offline, corrigen las anomalías de tipo 1, 2 y 3. Sus hermanos mayores, llamados inline o de línea interactiva, corrigen las anomalías anteriores y las de tipo 4 y 5, pudiendo disminuir también la incidencia de las anomalías de tipo 6 y 8. Por último, los más avanzados, llamados online o de doble conversión, corrigen los nueve tipos de anomalía.
La ventaja de los SAI es que incorporan baterías que permiten dar una continuidad al suministro eléctrico, habitualmente durante unos pocos minutos. Si vamos a proteger un ordenador, conviene comprobar que el SAI tenga una salida USB y un software que permita guardar el trabajo y apagar nuestro ordenador en caso de que no estemos delante, porque las baterías pueden no durar lo que dure el "apagón". Si vamos a proteger un NAS, la elección del SAI se torna más difícil porque el software que incorporan no suele entenderse con la mayoría de SAI.
¿Qué ocurre si utilizo una fuente de energía inestable?
Aquellos que alimentan equipos eléctricos o electrónicos a partir de un generador o grupo electrógeno suelen encontrarse con muchos problemas, sobre todo derivados de la inestabilidad de la tensión de salida. Un estabilizador de tensión suele ser más que suficiente, siendo los basados en servomotor los más recomendables para un uso continuado.
¿Cuál es el equipo más adecuado para mi?
Prueba nuestro asistente de protección eléctrica para encontrar el SAI o estabilizador que más se ajuste a tus necesidades: